Hacer un plan de proyecto junto con los planes subsidiarios, es fundamental para dirigir un proyecto y comenzar con buen pie. El fin último es tener el control y eliminar la incertidumbre al reducir los riesgos a su mínima expresión.
En este sentido se realizan mapas de procesos, procedimientos y planes de todo tipo para dirigir y gestionar nuestros proyectos. Departamentos repletos de profesionales especializados y altamente cualificados con sus certificaciones bajo el brazo. Identificando los riesgos, cualificandolos, cuantificandolos, dando respuesta, etc. Y todo para que un organismo microscópico, el llamado COVID-19 ponga en jaque a toda la población mundial y por ende al proyecto que diriges.
Pensamos que lo tenemos todo bajo control pero la realidad es muy testaruda y se empeña insistentemente en mostrarnos que estamos equivocados, que no hay algoritmo ni plan de proyecto que pueda eliminar las amenazas del mundo en el que vivimos.
Si piensas que lo tienes todo bajo control estás equivocado. Prepárate y prepara a tu equipo para aquello que desconoces. Este enfoque debe impregnar a todo el proyecto, comenzando por la gestión contractual. ¿Acaso tiene sentido realizar contratos a precio fijo en entornos tan complejos como los actuales?
Utiliza los mecanismos adecuados para dirigir, o más bien navegar en la incertidumbre inherente a todo proyecto.
En el siguiente enlace podéis encontrar un mapa con los casos detectados a nivel mundial.
https://experience.arcgis.com/experience/685d0ace521648f8a5beeeee1b9125cd